viernes, 14 de junio de 2013

DESPUÉS DE TODO




DESPUÉS DE TODO

Llévate el lobo azul
Déjame el lila pálido
(Ana María Iza)
Parece que, después de todo,
ese brillo que encendía la mirada
y parecía un imán entre dos seres
no tuvo la lectura más correcta…
Esa luz que desprendían las pupilas
era de lobo hambriento y al acecho
para cercar la solitaria presa
que tarde o temprano atraparía
para jugar con ella entre sus garras.

Parece que, después de todo,
aquellas mariposas que volaron
—ocultas en la línea del diafragma—
mientras trazaban rumbo de cosquillas
anegando de sonrisas el miocardio,
no eran sino polillas invasoras
que dejaron hecho un trapo el corazón
—vaya agujeros—
antes de ir a morirse en sus esquinas.

Parece que, después de todo,
aquí no pasó nada o casi nada…
Sobre la piel del lobo se quedaron
unas cuantas polillas medio muertas.
Y una caperucita tropezó
al derramar su miel, por ser incauta.

2 comentarios:

La Solateras dijo...

Me encanta que nunca dejes de ser incauta.

Un beso.

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Después de todo, parecía un engaño propio de quienes sólo muestran un lado de la cara. ¿El lobo lo hace? Sí, María, sí. Parece ser que es astuto, menos que el zorro pero más feroz, Parece ser que siempre trata de buscar a personas que son tranquilas e inocentes. Un poco descuidadas también, juguetonas diría yo. Excelente poema, como siempre.

Un fuerte abrazo, querida María.

P.D.: María, no he podido escribir ni mails ni comentarios a diferentes personas, probablemente quienes más aprecio, como Beatriz, Amando, Tú..., y hasta diez de las personas que fueron las primeras en estar enlazadas a mi blog. Son los cambios que hace Google de vez en cuando. Siento no poder haberte indicado esta anomalía hasta que no me han "abierto" al mundo cibernético otra vez. Un beso.