La Lobera de Gredos
ÁRBOLES DE SILENCIO
No, no es que callen los árboles
es
que su voz se enreda sobre el aire
para
vivir meciéndose en su seno
y
exhalar la muerte en cada hoja.
Ritual
de vida,
resurrección
de ciclos que se cierran
en savias
dormidas y esconden
un despertar
de Lázaro en sus vetas…
Resurgir
concentrico
de
floraciones anilladas
entre
breves agonías de madera.
No,
no es que callen los árboles
es
que su voz encubre los misterios
que va
olvidando el viento en cada soplo.
6 comentarios:
Conmovedor, querida María. Es una preciosidad de las tuyas. Tal vez Cristina ande por esos parajes de La Lobera disfrutando de tus versos.
Un beso muy grande, poeta amiga.
No callan los árboles, solo es que están tristes.
Hermoso poema nostálgico, Maríabonita.
Mi abrazo.
Qué bello y significativo poema, querida amiga; nos has podido pintar mejor la taciturnia de los árboles.
Un gran abrazo
Maravilloso, sentido y con gran mensaje. A veces los silencios son más desgarradores que los gritos.
Un abrazo.
El viento silencia a los árboles de hoja caduca y les convierte en seres mudos cuando sus hojas alfombran el manto húmedo del bosque.
Los esqueletos inanes poseen fantasmagóricas formas sin su manto verde.
Excelente poema.
Un fuerte abrazo, querida María.
Otro poema hermosísimo para tu amiga, reflexionando sobre el ciclo silencioso de la seva y/o de la vida, y el viento tuyo.
Besos, María.
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