viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ 2011


Hoy, únicamente os quiero dejar mis deseos de que tengáis un 2011 lo más feliz posible, pese a la crisis que nos está golpeando, pese a los poderosos que siguen ciegos y ebrios de poder, estos poderosos que, aquí y en tantos otros lugares, siguen insultándose entre sí, sin aportar ni una sola solución efectiva a la creciente pobreza de muchos, y a la desolación de quienes somos conscientes de lo que está sucediendo y nos sentimos impotentes ante tanta sinrazón y desatino.
Pese a todo ello, que no nos falte el valor para afrontar los malos tiempos, ni la esperanza de que podemos aportar algo que cambie el curso de las cosas, ni la audacia para ponerlo en práctica, ni la ilusión de que el mundo pueda llegar a mejorar, ni la valentía de encontrar, pese a todo, amor para entregar...
Gracias por estar ahí, gracias por leerme, gracias por tanto y tanto como me habéis dado.
Quiero que sepáis que, pese a todo, brindo por el futuro y por cada uno de vosotros.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

LEONEL LICEA: SIRENA

Imagen de Jaime Sorayana


En este tiempo de silencio, he recibido algunos regalos de mis amigos. Leonel me envió este poema que le inspiró mis Juegos de Sirena. Me sentí muy emocionada, profundamente conmovida. No sé de qué manera manifestarle mi gratitud, creo que lo mejor es mostrar sus preciosos versos en este lugar.


A través de él, contactó Claudia conmigo, tras publicar este poema en su blog, y ha tenido a bien publicar dos de los míos en su hermoso espacio, Tocando Almas. También se lo agradezo a ella.
Os dejo los enlaces para que podáis leerlos desde donde se tiene que hacer, desde sus blogs.

http://egomanias.wordpress.com/2010/09/03/sirena/
http://tocandoalmas.wordpress.com/2010/12/26/maria-sanguesa-juegos-de-sirena/
http://tocandoalmas.wordpress.com/category/poetas-cubanos/leonel-licea/

SIRENA.

Escapará lejos de ti. Y, en lo más hondo,
se perderá entre juegos de sirena.

María Sangüesa

Hoy, que no quiero
resistir las tentaciones
ni evitar correr
en tus cabellos
erizados como olas,
infinitos,
deliciosamente vivos.
Dime, mujer,
¿quién te hizo así,
perfecta, casual
indescifrable,
que no puedo eludir
el recuerdo de tus ganas,
de las mías,
las mismas que hicieron
fundirnos el aliento
en los rincones
y evaporar nuestro cuerpos?


Hoy, que no sé
donde has dejado
el sabor de tus pupilas,
y no encuentro mis manos
debajo de tus sombras,
donde las sembré
la última noche
infinitamente azul.
Dime, mujer,
¿quién te dejó en esta luna
sin cráteres ni aguas
que te hagan regresar
y me encantes
cuando envuelvo
tus formas con mis brazos?
Dime, mujer,
¿quién te hizo sirena
con ganas de volar?

LEONEL LICEA