viernes, 28 de agosto de 2009

NORA ALARCÓN: JINETE

(Imagen de Internet)


JINETE I

Este viento es un delirio
Resplandece en espuelas
Anima de todos los tiempos
En noches de presencias
Con extrañamientos de fuego
La música fulminaba al silencio

Este viento visita mundos
de carbón suicidas al rojo vivo
en escalofrío eterno

Tenías que disiparte en las tormentas
Jinete de la soledad
No volverás te esperan ajenos ruedos
Toreas otras vidas
entre el presagio
de algunas cornadas.

II

A galope descampado
cruzaba los parajes
en busca de su artista del color
y lo halló en el fondo
del barranco

Olvídate de las razones de Dios
en la inmensidad de las alturas
y del eco entre las lluvias

Es la soledad la que mata
A la orilla de los fuegos más candentes

Salto a mi caballo, no me interesa
como los ruiseñores cantan a lo lejos
que nos toca vivir más allá
de la muerte.

sábado, 22 de agosto de 2009

MARÍA SANGÜESA: SEDALES


(Imagen tomada de Internet)

SEDALES


Miro, desde la orilla, unos sedales

sobre fulgentes, calmas aguas,

que apenas si se ondulan en las rocas.

Concéntricos círculos van marcando

el punto en que vida o muerte aguardan

la inocente ignorancia de los peces.

Han de morder, hambrientos, los anzuelos…

Un temblor de aletas y de escamas

agita el fondo marino de mi alma.

Hay que escapar, huir, nadar tan lejos

que no haya hilos, ni anzuelos, que sujeten

este libre discurrir de sinos,

de vida submarina y silenciosa,

en esta mar de misterios y de sombras.

Nadar, quizá hambrientos de paz… y libres,

libres de encauzar sentir y vida

hacia lugares cristalinos y vacíos

de redes, de trampas, de sedales…

Lugares sin anzuelos en sus aguas.

sábado, 15 de agosto de 2009

DULCE MARÍA LOYNAZ: LAS SIRENAS



LAS SIRENAS

Yérguense entre la espuma de las olas
como a través de un desgarrado encaje;
y en tropel van subiendo-antes que baje
la marea-por los peñascos...
Solas,

asidas a las rígidas corolas
de piedra y sal, respiran el salvaje
viento, impregnan sus ojos del paisaje,
tienden al sol sus verdinegras colas...

Es el alba... De pronto, voces, ruidos
quiebran el aire límpido y sonoro;
hay un revuelo de cabellos de oro
y al mar se lanzan raudas las sirenas...

En el agua, al cerrarse, queda apenas
un temblor de luceros derretidos...


Este poema, de Dulce María Loynaz, es uno de los que pertenecen a su libro, Juegos de Agua, que tantas veces he dicho que me fascinó de manera absoluta. Para mí, las sirenas de este poema , son una metáfora de su inspiración y de su imaginación, viva y vibrante durante la noche y en reposo durante el día. Ella prefería el silencio y el misterio de la noche para escribir sus versos. Pasaba noches enteras en vela, invadida por la más fuerte inspiración, sin cesar de plasmar sobre el papel sus más hermosos poemas.
Las Sirenas, junto a otro poema en prosa, de este mismo poemario, Al Desconfiado, que dice así:

Echa tu red en mi alma: Tengo también, debajo de la sal y de la sombra, mi temblor de escamas plateadas y fugaces.

Han sido el punto de partida de este nuevo libro mío, Juegos de Sirena, donde juego (valga la redundancia), con metáforas de la vida y del alma (o de nuestro ser interior), junto a la afirmación de mi identidad mediterránea. Lo que nunca hay que olvidar es que un autor siempre fabula, cuenta historias que no vive de forma real sino de manera imaginaria, que se poetiza sobre vivencias ajenas, que tan sólo son propias en el momento de ser escritas... En fin, aquí tenéis el punto de arranque de estos poemas que me traje del mar... Un pequeño homenaje a una de mis más admiradas y leídas poetas del siglo XX.

María Sangüesa.

viernes, 14 de agosto de 2009

HOMENAJE A JULIO RAMÓN RIBEYRO


(774)
VL Viernes Literarios
Fundado e inaugurado en Lima, el 18 de enero de 1991.

XVIII ANIVERSARIO
(Lima, 1991 – enero – 2009)



Homenaje a Julio Ramón Ribeyro
(Lima, 31-8-1929 – 04-12-94)

Recital Poético:
JUAN JOSÉ SOTO
NICOLÁS HIDROGO
Lectura de Cuento:
JAVIER COTILLO
DÍA: 14 DE AGOSTO DE 2009
LUGAR: CASA MUSEO MARIÁTEGUI
Jr. Washington Nro. 1946 .- LIMA – PERÚ
HORA: DE 7 A 9 P.M.

- INGRESO LIBRE -

http://viernesliterarios.blogspot.com viernesliterarios@hotmail.com
Telf.: 995280789

lunes, 3 de agosto de 2009

HEBE SOLVES, HASTA SIEMPRE


He recibido un E-mail del poeta argentino, Gustavo Tisocco, en el que me comunica la muerte de esta insigne poeta, compatriota de él. Aquí os dejo el enlace para que podáis leer el homenaje que Gus le ha hecho en su blog. Yo no he llegado a conocerla personalmente, pero la lectura de sus poemas siempre me ha resultado muy interesante y enriquecedora. Es una gran pérdida, quienes han tenido la suerte de compartir su amistad siempre han comentado que, además de ser una gran poeta, era una gran persona. Nos dejó el pasado domingo, dos de Agosto. Hasta siempre.
Un poema de Ebe Solves:
LA CENA

Aunque quiera encender las ramas secas
del amor en el fuego y en el vino,
siguen llegando ocultos enemigos
a comer, está la casa abierta

y la reja del aire teje el marco
que apuntala el vacío de las puertas.
Acomodo en el mármol las especias
y pico las cebollas y los ajos.

Nadie vendrá a completar la escena
sentándose a la mesa y a mi lado
cebar el mate mientras yo cocino.

Y a fuego lento voy leyendo el diario
como si fuera el pan de un nuevo rito
destinado a anunciar la última cena.


Hebe Solves nació en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, en 1935. Es educadora (Mención especial en los Premios Nacionales de Ciencias de la Educación por su libro “Taller Literario, una alternativa de aprendizaje creador”, 1986); narradora (“El fantasma de la belleza”, 2005); autora de letras de canciones y libros para niños (entre otros, “El caracol mochilero”, poesía, 2005) y poeta (“En lugar del piano”, 1977; “Sombra ajena”, 1981; “Fruta de invierno”, 1984; “Desalojados”, 1989; “El fiel de la memoria”, 1994; y “Pentagrama”, 2005). Vive en Buenos Aires.

domingo, 2 de agosto de 2009

MANOLO GARCÍA: ME HE SENTADO A ESPERAR



Esta canción la he estado escuchando, durante muchos atardeceres, en la terraza del restaurante Al Caminito. Allí iba a cenar con mi madre y algunas de sus amigas, casi todas octogenarias o rozando esa edad. Las tertulias han sido muy interesantes para mí, escuchar sus distintas visiones de la vida, desde sus diferentes situaciones vitales y con tanta experiencia acumulada, me han resultado muy aleccionadoras. Es curioso cómo las viudas solamente recordaban los buenos momentos vividos y lo maravillosos que eran sus maridos. Llevo cuarenta años veraneando en Denia, las conocí cuando eran mucho más jóvenes, y aún tengo en la memoria algunas de las quejas que, por aquel entonces, se les escapaban durante las conversaciones, en los breves momentos en los que me sentaba a tomar un refresco con ellas, para salir corriendo a reunirme con mi pandilla de amigos... el tiempo hace que se idealicen las ausencias, ¡qué peligro!
Una tarde, mientras esperaba, se me acercó un hombre que, amablemente, le ofreció agua a mi perrita.
- ¿Estás sola? - me preguntó con la intención de sentarse a mi lado.
- Pues la verdad es que no. Mire, a este lado tengo la poesía - dije mientras señalaba mi cuaderno -, y a este otro una ausencia. Si contamos a mi perrita, ya somos cuatro, demasiada concurrencia para hacerle algo de sitio. Así que muchas gracias, en otra ocasión será...
Por supuesto, me miró pensando que había dado con una loca. Pero se marchó sin rechistar. Os aseguro que la anécdota es cierta.
Bueno, el caso es que a Jacobo, el dueño del restaurante, le gusta muchísimo Manolo García, y siempre me preguntaba si nos molestaba la música. Le contestaba que no y, al final, acabó por encantarme. Así que aquí os dejo uno de los ecos que me quedan de estos días de mar, un Edén con Adanes perdidos en busca de su Eva. Qué lástima que una se sienta más bien Lilith y que para ella haya tan poquito quorum.

ME HE SENTADO A ESPERAR

Me he sentado a esperar
A ver brotar el sol
Que nazca de tu pecho.
Y he sabido que no eres diosa o diablo
Solo una mujer de carne y hueso.
Ni tan solo un Ángel caído,
Eso sí, la más bella del Edén
Al menos para mí.
Sola en tu paraíso,
Ni tan solo un Ángel caído.
Qué más puedo anhelar que ver nacer el día
Desde los acantilados.
Qué más puedo anhelar si el tiempo
Es un pájaro de alas cortas que vuela alto y fuerte.
Qué más puedo saber
Cuando los glaciares desaparecen…
Me he sentado a esperar,
Que somos desde hoy lágrima negra en el mercurio;
Salina desecada en cántara de agua,
Bulería gitana en el Danubio.
Solo Adanes caídos,
escamados títeres dolidos,
Al menos para mí…
Solo en mi paraíso,
Ni tan solo Ángeles caídos.
Qué más puedo anhelar,
Si quiero ando descalzo sobre mi propia conciencia.
Qué más puedo anhelar
Si la palabra, porfía humana, es puente de mil ojos sobre aguas subterráneas.
Qué más puedo saber, cuando no hay sembrados, las escarchas no dañan.