miércoles, 8 de abril de 2009

OCTAVIO PAZ: MAR POR LA TARDE


Con este poema de Octavio Paz os digo: ¡hasta luego!
Me voy a pasar unos días a la orilla del mar, con mi madre, que por estos días va a cumplir más de ochenta años...si se entera de que publico algo sobre su edad se me va a poner bien brava, pero como no tiene Internet no creo que llegue a enterarse nunca. Precisamente porque no tiene ADSL voy a tener que dejar de publicar cosas en este sitio durante una semana, más o menos.
La verdad es que tengo ya verdadera nostalgia del mar, deseo caminar por su orilla, perderme entre las nubes que se encienden al atardecer y pensar en muchas cosas, o quizás en nada, no pensar en nada...dejar descansar la mente y apaciguar las tormentas interiores que me levantan oleajes en el alma. ¿Será posible dejar quieto el pensamiento alguna vez? ¿Dejar de pensar será dejar de sentir? ¿Será cómo morirse un poco? No lo sé...¡Hasta pronto!

"MAR POR LA TARDE"

Altos muros del agua, torres altas,
aguas de pronto negras contra nada,
impenetrables, verdes, grises aguas,
aguas de pronto blancas, deslumbradas.

Aguas como el principio de las aguas,
como el principio mismo antes del agua,
las aguas inundadas por el agua,
aniquilando lo que finge el agua.

El resonante tigre de las aguas,
las uñas resonantes de cien tigres,
las cien manos del agua, los cien tigres
con una sola mano contra nada.

Desnudo mar, sediento mar de mares,
hondo de estrellas si de espumas alto,
prófugo blanco de prisión marina
que en estelares límites revienta,

¿qué memorias, qué rocas, yelos, islas,
informe confusión de aguas y nada,
qué mares, encendidos prisioneros,
dentro de ti, bajo tu pecho, cantan?

¿Qué violencias recónditas, qué labios,
conmueven a tu piel de verdes llamas?,
¿qué desoladas aguas, costas solas,
qué mares invisibles, mar, alías?,

¿dónde principias, mar, dónde te viertes?,
¿dónde principias, tiempo, vida mía,
ejército de humo y de mentira,
adónde vas, latido, carne, sueño?

¿Dónde te viertes, avidez de nada?
No soy la piedra que se precipita,
soy su caída, y más, soy el abismo,
el círculo de sombra en que se ahonda.

Tiempo que se congela, mar y témpano,
vampiro de la luna o se despeña:
madre furiosa, inmensa res hendida,
mar que te comes vivas las entrañas.

(Octavio Paz)

4 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Estimada María Sangüesa: Mi nombre es Amando Carabias María, y buscando una ilustración para mi entrada de la próxima madrugada que titulo Getsemaní, he encontrado la fotogaría con la que ilustraste tu comentario del año pasado.
Y la he puesto en el mío, citando la fuente, por supuesto.
Si no estás de acuerdo con ello, por favor, házmelo saber vía e-mail o blog y la eliminaré de inmediato. A tu disposición. Además, de esta forma he conocido un blog que me encanta y del que me haré seguidor.
Un abrazo y perdón por esta libertad.

Felipe Sérvulo dijo...

Te esperamos con amor.

Maria Sangüesa dijo...

Hola, Amando, por supuesto que estoy encantada de tus palabras y de la utilización de las fotografías. Precisamente ésta la encontré por Internet, y no pude encontrar al autor, es una pena porque es una excelente foto. También yo me hago seguidora de tu andadura, me parece muy buena. Un abrazo. María.

Maria Sangüesa dijo...

Querido Felipe: Gracias, ya estoy aquí y yo también te sigo con todo el amor que te mereces por tu buen hacer y por ser como eres. Un beso. María.